...Hace años que sigo a una artista llamada Louise Bourgeois...este Mayo pasado, mi amiga Christel me anunció su muerte y confieso que esto me provocó tristeza...hace muy poco tropecé con una revista de decoración donde enseñaban una de sus últimas obras...
...el propietario de un convento del siglo XVII en la Provenza ( Jean-Claude Meyer), encargó hace unos 7 años una obra especial para Louise...y en esa capilla vacia transformó sus obsesiones en cruces con manos gigantescas, en arañas incustradas en la pared, virgenes-madre, cristos de trapo...simples sillas de mimbre y una pila de agua bendita de marmol rosa esculpida con senos de animales y mujeres, donde representa el alimento materno...parece una última terapia para sus heridas...la relación con su madre...quizás con su padre...el pecado...el perdón...la cruz de bronce cuya traviesa horizontal son dos brazos con una gran mano abierta que, representa la bondad, y una cerrada en un puño que refleja el sufrimiento...confesionario metálico en cuyo techo coloca un espejo que representa al cielo...una virgen de tela convertida en madre y metida en una campana de cristal...
...no se a ciencia cierta si esta fue su última obra...la que necesitaba hacer...al poco tiempo murió...tenía 98 años y un espíritu diferente...
..me gusta Louise
No hay comentarios:
Publicar un comentario