...llegué al nuevo colegio...con mucho dolor de barriga...no me gustaban esas monjas...me daban miedo...tan vestidas de negro...con esas cara de brujas...mi hermana estaba feliz...yo quería salir corriendo...era un poco tarde...ya estaban todas las niñas en la clase...alguien me daba la mano...ahora no lo recuerdo...y entramos...mis ojos recorrieron todas las caras...y allí estaba...la vi...era mi amiga del alma...que alegría...fuera el dolor de barriga...fuera el miedo...estaba mi amiga...no se explicar con palabras lo que sentí en ese momento...hoy, después de nosecuantisimos años...aún lo recuerdo...como una de las mayores alegrías de mi vida...parece tontería...pero así lo recuerdo...el infierno se convirtió en cielo...yo tenía un angelito rubio...para jugar y apoyarme...y ahora, valoro ese sentimiento...de una niña sin conocimiento......y pasaban los años...y yo no quería mas amigas...porque mi única amiga... era Lalaillo...y aunque no nos vemos nunca..yo estoy segura...que me quiere tanto , casi como yo a ella...
ese día todavía se llamaba Maríajosé. Lo de Mara vino después, casi al final... ella era mariajosenuño, tan simpática y dulce que era fácil estar con ella... Siempre de buen humor y con carina de buena. No me acuerdo de su primer día del cole, pero nunca podré olvidarme de un día en el patio, no sé si era en sexto o séptimo. Me contó que se marchaba de Zafra para siempre, que se iba toda la familia cerca de Madrid, por el trabajo de su padre. A mi se me cayó el alma y el día se volvió gris y feo. No podía pensar que Mara no estuviera en mi vida, en las fiestas de los cumples, en los domingos en el campo, en el cole... No quería pensar en ello porque me ponía tan triste que me entraban muchas ganas de llorar. Desde entonces siempre la eché de menos, aunque nunca se lo dije... Y desde entonces, en la ausencia, siempre ha tenido un trocito de mi corazón ocupado. Mi amiga mariajosenuño, la primera amiga que tuve... que suerte que estás ahí.
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